Trama
Para Ricardo y Santiago
Nos
tocó vivir un tiempo en que si hay algo que abunda son los “ismo”; entre otros boludismos, el esnobismo, el consumismo , el
supercapitalismo, y aunque uno tenga la pequeña virtud de no ser abanderado en estos ítems, a todos nos
atraviesan de algún modo. De todas formas las cosas son como son y nos tocó
ésta y no otra época. Ahora, que “las cosas son como son” no quiere decir que
uno deba dejar de hacer, todo lo que tiene que hacer, en un intento por
lograr que las cosas sean, como uno
quisiera que fuesen.
Igualmente para que alguna de nuestras
acciones alcance; algo o alguien hace
falta al conjunto. Por más que un gastado dicho del ingenio popular dicte que cuando vos querés algo en esta vida lo
vas a conseguir, pocas veces se nos aclara de antemano que “solo” no se va a ninguna parte y que
sin otros matices y saberes la
ineficacia está garantizada; sin entramado no hay forma de ir ni de llegar.
En
el intento de aportar mi granito de arena
no se me ocurriría ni a palos
(como en otros tiempos) comenzar
un proyecto sin antes sumar otras
intenciones y capacidades que hagan que aquello no se convierta en un
acantilado desde el arranque. Por estos
días volví a compartir tiempo y espacio con dos amigos que se me hacen
importantes, uno lo es porque años de inquietudes compartidas certifican el
lazo y el otro, porque en poco tiempo se convirtió en un faro que ilumino el
camino con la sabiduría de quien no solo acumuló años en la vida.
Trabajando junto a ustedes compartí la certeza de cuánto nos necesitamos y que
sin entramado -no sólo declamado- no hay forma de llegar.
- No es posible que los argentinos como pavos reales nos desafiemos a ver quién
tiene la precisa (quién la tiene más larga trayendo a Serrat), empresarios que
divagan por un mundo mejor cuando en
realidad la gran mayoría comparte como
objetivo lo que no es ningún secreto: la rentabilidad de la propia empresas,
políticos que divagan entre ellos sobre
una realidad que desconocen absolutamente por que la sobrevuelan sin
contactarla, artistas ensimismados en
proyectos que en unidireccional
visión se hacen insuficientemente para ellos y la comunidad, hombres del mundo
de la vid y su amoroso derivado (por situar uno de los pilares de nuestra
querida Mendoza) que atrincherados en sus barricas de lujo obtienen medallas de
calidad por el mundo jactándose de obtener los mejores taninos sin apuntar a un verdadero compromiso socio
cultural con el lugar que les da todo lo que necesitan para expandirse, ¿Cómo
es posible que cada uno de los grupos musicales regionales de estos pagos no
tenga una bodega que les de su promoción?
Ustedes
dos son pilares de ese aprendizaje, Richard, de vos esa inmensa y profunda capacidad de amalgamar
gente, sin que por ello alguno de los amalgamados pierda sus dones particulares
y donde definitivamente el egoísmo no tiene chance.
Y
a vos Santiago porque incesantemente promovés (y en eso tu discurso nunca
cambia) que por más vasto que sea el conocimiento, como lo es en tu caso, por
encima de él, siempre ha de estar el
“ruaj”, en hebreo no sólo significa viento, sino también alma, dejando en claro
que sin ruaj, sin alma, no es posible
que algo se mueva.
Ricardo
Diumenjo y Santiago Kovadloff no sé qué
podré aportar a semejante dupla pero no quisiera perderme de ninguna
manera la posibilidad de completar el trío.
Los
abrazo
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