jueves, 29 de abril de 2010

Trama
                                                                          Para Ricardo  y Santiago

            Nos tocó vivir un tiempo en que si hay algo que abunda son los  “ismo”; entre otros boludismos,  el esnobismo, el consumismo , el supercapitalismo, y aunque uno tenga la pequeña virtud de  no ser abanderado en estos ítems, a todos nos atraviesan de algún modo. De todas formas las cosas son como son y nos tocó ésta y no otra época. Ahora, que “las cosas son como son” no quiere decir que uno deba dejar de hacer, todo lo que tiene que hacer, en un intento por lograr  que las cosas sean, como uno quisiera que fuesen.
  Igualmente para que alguna de nuestras acciones alcance; algo o alguien  hace falta al conjunto. Por más que un gastado dicho del ingenio popular dicte  que cuando vos querés algo en esta vida lo vas a conseguir, pocas veces se nos aclara de antemano que  “solo” no se va a ninguna parte y que sin  otros matices y saberes la ineficacia está garantizada; sin entramado no hay forma de ir ni de llegar.
En el intento de aportar mi granito de arena  no se me ocurriría ni a palos  (como en otros tiempos) comenzar  un proyecto sin antes sumar otras  intenciones y capacidades que hagan que aquello no se convierta en un acantilado desde el  arranque. Por estos días volví a compartir tiempo y espacio con dos amigos que se me hacen importantes, uno lo es porque años de inquietudes compartidas certifican el lazo y el otro, porque en poco tiempo se convirtió en un faro que ilumino el camino con la sabiduría de quien no solo acumuló años en la vida.
Trabajando  junto a ustedes compartí  la certeza de cuánto nos necesitamos y que sin entramado -no sólo declamado- no hay forma de llegar.

-           No es posible que los argentinos  como pavos reales nos desafiemos a ver quién tiene la precisa (quién la tiene más larga trayendo a Serrat), empresarios que divagan  por un mundo mejor cuando en realidad  la gran mayoría comparte como objetivo lo que no es ningún secreto: la rentabilidad de la propia empresas, políticos que  divagan entre ellos sobre una realidad que desconocen absolutamente por que la sobrevuelan sin contactarla, artistas ensimismados en  proyectos  que en unidireccional visión se hacen insuficientemente para ellos y la comunidad, hombres del mundo de la vid y su amoroso derivado (por situar uno de los pilares de nuestra querida Mendoza) que atrincherados en sus barricas de lujo obtienen medallas de calidad por el mundo jactándose de obtener los mejores taninos sin  apuntar a un verdadero compromiso socio cultural con el lugar que les da todo lo que necesitan para expandirse, ¿Cómo es posible que cada uno de los grupos musicales regionales de estos pagos no tenga una bodega que les de su promoción?

            Ustedes dos son pilares de ese aprendizaje, Richard, de vos esa  inmensa y profunda capacidad de amalgamar gente, sin que por ello alguno de los amalgamados pierda sus dones particulares y donde definitivamente el egoísmo no tiene chance.
            Y a vos Santiago porque incesantemente promovés (y en eso tu discurso nunca cambia) que por más vasto que sea el conocimiento, como lo es en tu caso, por encima de él,  siempre ha de estar el “ruaj”, en hebreo no sólo significa viento, sino también alma, dejando en claro que sin ruaj, sin alma,  no es posible que algo se mueva.
            Ricardo Diumenjo y Santiago Kovadloff no sé qué  podré aportar a semejante dupla pero no quisiera perderme de ninguna manera la posibilidad de completar el trío.

Los abrazo

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