“Shalom
Jorge Guinzburg”
Morir se muere “cualquiera”, pero, hay algunos que son
mucho más que cualquiera, sobre todo por que son mas que “uno”, quiero decir
que son varios en uno, y no solo varios en uno , sino, que todos esos en uno
son ¡brillantes! y no justamente por lo que los brillantes cuestan si no por lo
que brillan.
Así fue en
vida Jorge Guinzburg, un hombre que brillaba en todas sus facetas, como
periodista (grafico, televisivo y radial), como humorista (era un gran capo
cómico), como productor, conductor, pero por sobre todo era un hombre con valores, escaso en el egoísmo que hoy
impera.
Algo que
tenía Jorge G. y que no existe en el medio artístico (donde siempre se movió)
es que él brillaba y hacía brillar a los demás. Lo que trato de decir es que en los “medios” Tv, teatro,
cine, periodismo en general, existen quienes están atrás, y desde el anonimato
impulsan a otros para que se destaquen; tales como directores productores y guionistas, por el
otro lado están quienes tienen la
capacidad de destacarse a sí mismos exponiéndose, suelen ser actores, músicos y
periodistas
Guinzburg era
realmente especial, desde siempre lo admiré pero al comienzo no sabía bien por
qué, justamente por esa extraordinaria y humana perspectiva de saber brillar y hacer brillar a los otros.
Claro que él no me conoció a mí, pero otros tantos como yo sí pudimos conocerlo bastante porque era un tipo transparente, tamaña
humanidad en alguien tan bajito y tan
enorme a la vez.
Si se me
permite, siento tener algo en común con él;
su origen religioso, era judío,
(no lo disimulaba como tantos otros del ambiente artístico) y qué bien señores
representaba a sus compañeros de credo.
Vaya en este
gigante, la gran metáfora que de alguna
forma resume nuestro libro sagrado la Tora, “brillar sabiendo hacer brillar a los
demás”
Shalom Jorge Guinzburg.
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