Estrategias
Difícil se
hace transmitir y educar a nuestros hijos
Algo de la época propone la ley del menor esfuerzo
(probablemente a causa de errores en nuestra generación, mi vieja sabiamente
suele repetir; a padres trabajadores hijos cansados) Salen muchas noches por
semana, se acuestan tarde, se levantan tarde, abren la heladera, comen y
vuelven al sofá a dormir, se levantan y pasan a la compu y doblados en la silla
se pasan en el face book tres horas, de
ahí vuelven al sofá y otra vez doblados con la columna hecha un ocho prenden el
canal de Sony (obvio con el control) y
se ven tres tiras americanas seguidas, luego de nuevo a la heladera se llevan
un plato con muchas calorías de nuevo al sillón y con el celular empiezan los
mensajes o las llamadas con quienes tienen línea sin cargo (para comunicarse
con lo que no tienen línea sin cargo te piden tu celular). Respecto del
estudio, bueno, con el tiempo que les
sobra no creo que puedan estudiar mucho.
Hace unos
días le pregunte a un amigo como andaba la relación con su hijo mayor, el pibe
de 19 es muy inteligente estudia ingeniería, igualmente forma parte de esta
generación de la que hablamos. Cuestión que me relata, siempre buscándole la
vuelta al vínculo con el hijo, que encontró una forma que le está funcionando y
medio con vergüenza me dice: “Mira es medio pelo lo que hice pero en un determinado momento le largo al
heredero:
-Che ¿si en vez
de dormir a la mañana hasta tan tarde te pones firme con las materias de la
carrera que siempre te gustó, así no te
bochan?
- A que te
juego que no me bochan (responde el hijo)
-Con lo que
estas estudiando te juego que si”.
El asunto es
que mi amigo (que sigue el relato con cola de paja) me dice que le hizo una apuesta y le propuso lo
siguiente;
Mirá si a
vos te bochan me tenes que pagar 50 pesos pero si vos aprobas yo te premio a
vos con 300
Meta ( contesta
el flaco y sellan con un apretón de manos)
Cosa de no
creer, pero desde la apuesta esta aprobando una materia detrás de la otra, mira
con la huevada que lo vengo a motivar casi sin darme cuenta, es un papelón pero
está funcionando.
Entonces me
vino a la memoria un reportaje al brillante guitarrista de flamenco Paco de
Lucia que escuché hace unos cuantos
años en la televisión española y que tiene mucho que ver con esto y se lo a
conté a él para aliviarle la carga por su accionar. El
periodista le pregunta al virtuosísimo Paco:
- ¿Cómo es que
llegó a convertirse en el diestro músico que es hoy?
Sentí que el entrevistador esperaba una respuesta
compleja (tal vez el que la esperaba era yo),
pero no, así sencillo como
es De Lucia le responde al
entrevistador:
-La cosa fue
simple, mi padre, un hombre de trabajo común, humilde y no muy leído me regaló una guitarra cuando
yo era niño, cuando me la entregó me
dijo: “Mira hijo, por cada hora que toques la guitarra te pagare 1 duro”. Así es que desde mi más tierna infancia me acostumbré a tocar
mas de 5 horas por día este instrumento del que nunca me separé, es lógico
estaba motivado, cada hora era un duro mas que ganaba, , eso es todo.
Con tal de aproximarse
a un hijo en su desarrollo y poder llegarle en la motivación cualquier idea a probar bien vale la pena, claro que
pagar a un hijo para que estudie, así literalmente, tal vez no sea lo más
correcto. De todos modos con Paco funcionó, parece que con el hijo de mi amigo
también, tal vez pueda probarlo con el suyo, en una de esas le funciona. Lo que
si, haga bien los números por que con la
inflación que hay siempre en nuestro país, seguro que enseguida el Guri le estará pidiendo un aumento por la nueva
materia y si usted no accede, seguro que le hace un paro general.
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