martes, 29 de abril de 2008

El “papi” Stocco; la vocación
   
            Así se dirigía a quien fuera que sea el legendario Víctor Stocco,  utilizaba “papi” como su vocablo comodín en cualquier tipo de conversación. Ya sea en su rol  docente, como amigo o en el vínculo generado para un simple trámite, él se expresaba más o menos así: - Como te estaba diciendo papi, no te imaginas papi, ¿qué te parece papi?, La verdad papi-   afable modo de dirigirse al prójimo con este sello particular que lo convirtió  en su círculo de allegados, en el certeramente apodado “papi” Stocco.           Dicen que a un padre se lo respeta (al menos se estilaba), quizás la forma en que Stocco usaba la muletilla  “papi” pretendía hacer extensivo el  respeto y afecto a quien quiera que sea
            Su aspecto era el de un viejo vivido, el de un hombre que ha rodado (si los humanos tuviésemos cuentaquilómetros como los autos, el reloj del papi tendría seguramente varias vueltas), su transparencia no dejaba margen de duda; era un veterano generoso de mirada meliflua y cadencia afable.
 Lo traigo aquí  porque el suyo es un ejemplo, como pocos, de humanisima vocación, no precisamente por el reconocimiento y la fama sino por lo sagrado que la vocación tiene, como voz que emerge desde las vísceras, lo que  mas allá de cualquier resultado se ejerce, en esto de insistir  en ser quien se quiere ser.
            El papi Stocco desde muy joven se vio fuertemente atraído (por aquellos días) al emergente  séptimo arte. El cine lo conmovió y supo responder al llamado  inclinándosele sin concesiones. Fácil no le resulto, desde no poder pagar y tener que hacerse caramelero de la sala para ver todas las películas, viajar casi como polizón a la Capital Federal tras el oficio,  hasta dormir en los sets de filmación durante años para no perderse detalles de los rodajes, estuvo dispuesto.
            Así poco a poco el Papi llego a convertirse en uno de los  “detrás de cámara” de Film Andes; uno de los centros de producción cinematográfica mas importantes de Latinoamérica que lo tuvo como asistente de dirección en unos cuantos largometrajes.
Después de  que Film Andes pasó a la historia, el Papi Stocco entró a la docencia en la  Escuela Regional de Cine y Video de Mendoza, con todo el bagaje de aquellos que se transforman en  historia viviente
            Hace un tiempito, unos cuantos meses antes de su  partida, tuve el privilegio de tenerlo como protagonista, justamente,  para un documental sobre las aristas de la vocación.  Pude mirarlo fijo a sus profundos y viejos ojos azules para  preguntarle:
-¿Si usted pudiera decirles sólo una  cosa a  los  jóvenes ¿Qué les diría?-
Hizo una pausa y miró al centro de la cámara como los que conocen el oficio y pretenden ser atendidos, al límite de quebrarse en la emoción y con su estilo tan propio lo dijo así: - “Papi” hagan lo que más les guste aunque cueste lo que les cueste. ¿Vos querés ser médico? Vos vas a ser médico ¿Vos queres ser pintor? Vas a ser pintor ¿Vos queres ser maestro? Vas a ser maestro ¿Vos queres  ser cineasta? Vos vas a ser un cineasta

Qué les cueste lo que les cueste papi …. 

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