El
“papi” Stocco; la vocación
Así
se dirigía a quien fuera que sea el legendario Víctor Stocco, utilizaba “papi” como su vocablo comodín en
cualquier tipo de conversación. Ya sea en su rol docente, como amigo o en el vínculo generado
para un simple trámite, él se expresaba más o menos así: - Como te estaba diciendo papi, no te imaginas
papi, ¿qué te parece papi?, La verdad papi- afable modo de dirigirse al prójimo con este
sello particular que lo convirtió en su
círculo de allegados, en el certeramente apodado “papi” Stocco. Dicen que a un padre se lo respeta
(al menos se estilaba), quizás la forma en que Stocco usaba la muletilla “papi” pretendía hacer extensivo el respeto y afecto a quien quiera que sea
Su
aspecto era el de un viejo vivido, el de un hombre que ha rodado (si los
humanos tuviésemos cuentaquilómetros como los autos, el reloj del papi tendría
seguramente varias vueltas), su transparencia no dejaba margen de duda; era un
veterano generoso de mirada meliflua y cadencia afable.
Lo traigo aquí
porque el suyo es un ejemplo, como pocos, de humanisima vocación, no
precisamente por el reconocimiento y la fama sino por lo sagrado que la
vocación tiene, como voz que emerge desde las vísceras, lo que mas allá de cualquier resultado se ejerce, en
esto de insistir en ser quien se quiere
ser.
El
papi Stocco desde muy joven se vio fuertemente atraído (por aquellos días) al
emergente séptimo arte. El cine lo
conmovió y supo responder al llamado
inclinándosele sin concesiones. Fácil no le resulto, desde no poder
pagar y tener que hacerse caramelero de la sala para ver todas las películas,
viajar casi como polizón a la Capital Federal tras el oficio, hasta dormir en los sets de filmación durante
años para no perderse detalles de los rodajes, estuvo dispuesto.
Así
poco a poco el Papi llego a convertirse en uno de los “detrás de cámara” de Film Andes; uno de los
centros de producción cinematográfica mas importantes de Latinoamérica que lo
tuvo como asistente de dirección en unos cuantos largometrajes.
Después
de que Film Andes pasó a la historia, el
Papi Stocco entró a la docencia en la
Escuela Regional de Cine y Video de Mendoza, con todo el bagaje de
aquellos que se transforman en historia viviente
Hace
un tiempito, unos cuantos meses antes de su
partida, tuve el privilegio de tenerlo como protagonista,
justamente, para un documental sobre las
aristas de la vocación. Pude mirarlo
fijo a sus profundos y viejos ojos azules para
preguntarle:
-¿Si usted pudiera decirles sólo una cosa a
los jóvenes ¿Qué les diría?-
Hizo
una pausa y miró al centro de la cámara como los que conocen el oficio y
pretenden ser atendidos, al límite de quebrarse en la emoción y con su estilo
tan propio lo dijo así: - “Papi” hagan lo
que más les guste aunque cueste lo que les cueste. ¿Vos
querés ser médico? Vos vas a ser médico ¿Vos queres ser pintor? Vas a ser
pintor ¿Vos queres ser maestro? Vas a ser maestro ¿Vos queres ser cineasta? Vos vas a ser un cineasta
Qué les cueste lo que
les cueste papi ….
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