martes, 29 de abril de 2008

El que mucho abarca.......

Más de una vez solemos sentirnos agredidos  por lo que alguien nos dice, en varias ocasiones  esto nos despierta desagradables sentimientos humanos que tienen que ver con la ira, la bronca e incluso con la venganza, la que procedo a exorcizar en estas líneas.
 Por estos días me sentí alterado por un guionista radial quien me citó con nombre y apellido en uno de sus libretos donde mezcla hábilmente literatura con lenguaje barrial  a propósito de “el que mucho abarca poco aprieta”,  pues en su particular modo de manejar la ironía, le vine como anillo al dedo para que el exprese su idea  sentenciándome en mi punto débil y por  qué no el más fuerte; lo polifacético como  forma de vivir.
 Hace algunos años, en mi rol de dentista, fui consultado por una coqueta anciana -una octogenaria madrileña que no ha perdido su acento -  me dijo: -Lo elegí como dentista por que lo he visto actuar este fin de semana en el teatro y su actuación me ha parecido excelente-
- Bueno señora, agradezco el cumplido, pero qué tiene que ver con que me haya elegido usted como su dentista, entonces,  a modo de aforismo y con su españolismo me  respondió:
-¡Mira tío el que es bueno, es bueno pa todo, y el que es malo, es malo pa todo!
  Convengamos en lo radical de esta visión, aun así por la simpatía con que esta señora devenida en paciente lo dijo, logró levantar mi autoestima en aquellos días en que los devaneos lo tienen a uno medio tirado.
   Volviendo a esto de  que “el que  mucho abarca”, me pregunto; ¿Qué es mucho?... ¿Mucho qué?
   Somos complejas bestias de cuerpo, mente y espíritu que por momentos parecemos simples pero está claro que no es así,  podría decirse  que cada uno de nosotros no es uno, sino  varios. En esta búsqueda personal, aflora algo de quienes somos,  y es cierto,  algo de quienes somos se deja ver  en algo de lo que hacemos.  ¿Y qué es lo que hacemos? Un poco lo que se va dando, y otro poco lo que andamos buscando.
  De hecho no es tan difícil hacer lo que uno quiere, difícil es “saber lo que uno quiere”,  y como si esto fuera poco, estamos muy condicionados por tiempo y espacio, ambas variables junto a nuestra  historia personal, van afortunadamente modificando lo que vamos  deseando para nuestras vidas, y si bien en esencia uno es el mismo que era entonces, por otro lado, uno ya no es el mismo de entonces....
   Tal vez uno de los mayores prejuicios actuales (aún en quienes se saben muy instruidos) sea creer que uno está condenado a hacer  siempre,  y sistemáticamente, lo mismo para ser eficiente y coherente ante la sociedad. Desde luego, esto no tiene por qué ser necesariamente así. La popular canción de Caetano Veloso – Meu coracao vagabundo- canta en uno de sus versos; 
“Mi corazón no se cansa de albergar la esperanza de ser algún día todo lo que quiere ser,”.
   Así ,en mi historia tuve desde niño la posibilidad de abrazar, con intensidad, diferentes facetas humanas que amé profundamente;  el deporte, la lectura, el juego de los idiomas, la odontología, el teatro,  la música, y afortunadamente a todas ellas, les fui haciendo lugar para que sigan conviviendo, alojadas en el adulto que soy. Es verdad que siempre es indispensable priorizar una actividad por sobre las otras y no es fácil (quién dijo que lo era) pero una vez derribado quien suele ser  el peor enemigo – uno mismo- ya no hay otro, y lejos de las expectativas que los demás tienen de uno, doy rienda suelta a la herramienta esencial; el entusiasmo y  la pasión con la que cuando niños supimos imaginar, decía Karl Jaspers.

   Para finalizar, dicen que  afortunadamente hay tantas corrientes filosóficas como posibles maneras de vivir existen, esto nos permite adoptar aquella que mejor nos calce. La mía la comparto con ustedes y con vos también Alberto, con todo respeto a cualquier otro enfoque, incluso al absolutamente opuesto, en mi caso y hasta aquí: “El que mucho abarca mucho aprieta”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario