Desafío
El palacio real que hoy visito en Madrid (al
igual que otros tantos museos históricos
del mundo) permite testimoniar a quien sea, que no es actual
esto de que una enorme cantidad de pobres hombres sostengan el poder de un
puñado de poderosos.
Al recorrer los sucesivos salones se observa
que es antiquísima la explotación del hombre por el hombre. Se exhiben aquí
todo tipo de armas y herraduras construidas con el sudor fundacional de muchos
por la imposición de algunos, la
construcción de las naciones teñidas de sangre, horror y despotismo.
Con inequidad semejante a la de aquellas
antiguas realezas, el siglo XXI presenta una sociedad donde cada ciudadano
rico cuesta la módica suma de mil pobres.
El desafío, como el de antaño, sigue siendo la construcción de un mundo en
el que reine la equidad. ¿Será posible algún día? Hoy no, el planeta no puede soportar que
todos consuman igual. Para que unos pocos vivan en esta obscena abundancia de
consumo desmedido es necesario que muchos apenas, sí logren sobrevivir.
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