sábado, 22 de marzo de 2008

De maestros y discipulos
  
Dejando otros ejes esenciales que conlleva la compleja relación maestro discípulo, el punto crucial que  entabla  este encuentro, es justamente  el momento en que  los roles se entrecruzan, es decir, el aprendiz  se convierte sin pretenderlo en maestro, y este a su vez en discípulo de su alumno, en una dinámica inigualable, apasionante y riesgosa; “la transmisión de conocimiento”.
  El escritor y ensayista George Steiner, se refiere al escritor portugués Fernando  Pessoa como a alguien “exiliado de sí mismo”  pues el brillante poeta habitaba en sus ideas más que en él mismo, se valía de la heteronimia para volcar sus exquisitas facetas literarias sobre papel en diferentes identidades..Así, Álvaro De Campos, Ricardo Reís, Alberto Caeiro firman a pie de página, oficiando como aristas que conviven bajo la piel de un mismo ser, el propio Fernando Pessoa. Traigo a  colación este ejemplo,  ya que aquí se da una relación esencial en el concepto de magisterio y discípulo, a cuenta  de que cada uno reflexiona y escribe según la especialidad que lo caracteriza (aun siendo todos el mismísimo Pessoa).
 Más allá de este notable caso del cuarteto Pessoa (cuatro en uno) la densidad  que se pone en juego en el proceso del aprendizaje está impregnada de subjetividad, es decir de la forma particular en que cada uno de nosotros cataliza la enseñanza recibida del maestro y cargada de personalidad puede ser trasmutada  en una nueva idea. Así entendido, un mismo concepto resuena en cada discípulo de modo particular, según su historia personal, sus creencias y aptitudes; cada cual procesa una misma enseñanza de forma diferente con un sesgo que le es absolutamente propio (en el caso del múltiple poeta portugués cuatro versiones de sí mismo).
  Discípulos estimulados por buenos  maestros, devuelven una nueva reformulación de lo recibido, y  ahora con su propia  impronta enseñan  a quien  pasa  a ser aprendiz de sus alumnos.
  Dado los tiempos que corren, el rol esencial en esta dialéctica corresponde, sin duda,  a los maestros, ellos, son quienes hoy más que nunca deberán disponerse  a comprender a sus alumnos y a saber estimularlos con la chispa de la pasión,  si es que de verdad se plantean el extraordinario y complejo desafío de la transmisión de ida y vuelta.

        
 Dejando para mañana lo que puedas hacer hoy

 Lo dicen así: “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, claro que, pensando en eficacia y cosa de no posponer, uno debiera todo el tiempo estar ocupándose del trabajo, los trámites y compromisos, pero hete aquí que el hombre es un bicho complejo y otras facetas humanas no son menores; la contemplación, la recreación, el juego e incluso el vagabundeo vital nos son indispensables como la especie que somos. Alberto Cortéz (que en general no me gusta) en el estribillo de una de sus canciones nos dice: “Ni poco ni demasiado todo es cuestión de medida”.  Decidir en un determinado momento si entregarnos al deber u optar por el ocio puede tornarse un dilema.

  Para que la eficacia se torne eficaz primero hay que –al menos intentar- saber vivir y al respecto la ansiedad mata al hombre y hiere a la mujer, que bueno en más de una ocasión “dejar para mañana lo que puedas hacer hoy”.

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