Aristas de la
violencia
Dejar de ser razonable es el engendro violento, es esa
maldita acción que hace sufrir al otro, miles de tratados de paz se evaporan
como el éter, y no llame de animal al que se pone violento pues al llamar así
al hombre esta enalteciendo lo humano y a la vez ofende al perro.
Una cosa es
la agresión que está en el instinto de
vida y otra cosa la violencia malparida y aprendida, no viene prendida en los genes es aberración de adultos
y suele espejar
en los brotes. Para lo bueno y lo malo
el niño es una esponjita, noticia desoladora pues la violencia es germen y tiende a ser replicada. En el reino de la
imagen el modernismo ha quedado sin poder poner
palabras sociedad desentramada
consumida en adicción, donde abundan los derechos pero no hay obligaciones
impera la brutalidad. La del abuso sexual
más que sexo es puro daño hoy a ganado prensa hiriendo a los
más cercanos, los que guardan el secreto, los que suelen perdonar, y aquí es
donde la institución cobra un valor
relevante es la que puede salvarnos.
El
niño demanda otras formas, hay adultos desolados, la escuela anda buscándose,
sin límites ni jerarquías y a falta de prevención forma más noble de amar el volcán
nos erupciona. La violencia impregna al mundo y hiere a sus ciudadanos,
este asunto tan humano de ver paja en ojo ajeno nos impide ver la propia ¡Quien
va libre de violencia que arroje la primera piedra¡ Educación y equidad donde opere la
justicia nos darán a largo plaza
ciudadanos con raíces, humanidad de matices donde escaseé la violencia y sean
tiempos de paz. Qué buena sería la vacuna contra todas las violencias por ahora
solo hay una; conciencia y educación de
espejarse en el de al lado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario